Los atardeceres son un espectáculo de luz y color que nos regala la naturaleza cada
día. Son momentos mágicos en los que el sol se despide del cielo con tonos rojos,
naranjas, rosas y violetas, creando un paisaje único e irrepetible. Pues bien, si
quieres disfrutar de un atardecer inolvidable, te recomendamos que visites Alba de
los Cardaños, un pequeño y encantador pueblo que pertenece al municipio de Velilla
del Río Carrión, en la provincia de Palencia.
Alba de los Cardaños está dividido por el embalse de Camporredondo, que se formó al construir una presa sobre el río Carrión en los años treinta. El embalse inundó el antiguo barrio del Río, cuya iglesia fue trasladada a la orilla del agua entre los dos barrios actuales.
El embalse de Camporredondo es uno de los cuatro que forman la Ruta de los Pantanos, también llamada Ruta de las Aguas Mansas o Ruta de los Gigantes. Esta ruta recorre unos 63 kilómetros entre Cervera de Pisuerga y Velilla del Río Carrión, pasando por los embalses de Ruesga, Compuerto y Aguilar. Es una ruta ideal para disfrutar del paisaje, la naturaleza, la gastronomía y el patrimonio de la Montaña Palentina. Se puede hacer en coche, moto, bici o a pie, siguiendo los senderos señalizados que atraviesan el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre.
Uno de los atractivos de Alba de los Cardaños son sus espectaculares atardeceres, que dicen que son los más bonitos de Castilla y León. Desde el mirador situado junto al embalse se puede contemplar cómo el sol se pone detrás de las montañas, tiñendo el cielo y el agua de tonos rojizos, anaranjados y rosados. Es un momento mágico que invita a la relajación y al disfrute de la belleza del entorno.
Además del embalse y el mirador, Alba de los Cardaños tiene otros lugares de
interés que merece la pena visitar. Por ejemplo, la iglesia de San Justo y Pastor, un
auténtico tesoro del románico, y la de San Juan Bautista, de estilo gótico del siglo XV.
En los alrededores hay otros pueblos y lugares que se pueden visitar. Por ejemplo, Cardaño de Abajo y Cardaño de Arriba, que son dos aldeas montañesas con encanto; Vidrieros, donde se puede ver el nacimiento del río Carrión; Triollo, donde se encuentra la iglesia románica de San Juan Bautista; o Santibáñez de Resoba, donde se puede admirar el pico Curavacas. Y, por supuesto, toda la zona del Parque Natural de la Montaña Palentina.
Esquireb
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